RESUMEN

A los ingenieros nos toca “hacer. Después de conocer enfoques, teorías, conceptos y experiencias, nos llega el momento de poner en práctica alguno de estos aspectos o una mezcla creativa de los mismos para generar nuestro propio modelo de educación virtual. Esta, que ha logrado avances  también ha encontrado no pocas barreras en su desarrollo. Uno de los frenos al crecimiento del modelo virtual es la percepción general, incluida la alta dirección de algunas instituciones, de que el egresado de este modelo  tiene pocas competencias para el mundo laboral y son profesionales de dudosa calidad. Indudablemente, existen razones poderosas para tal percepción, una de las cuales proviene de las instituciones académicas que tienen sus proyectos de educación virtual como asuntos de segunda categoría y ponen el acento en lo económico y muy poco en la  calidad del programa.

Pero además de lo anterior, hay otros factores significativos. El primero es que el modelo virtual no logra desprenderse del modelo presencial. Arrastramos el mismo modelo impuesto desde la era industrial, con profesores que no logran desconectar su interés secular de dominación sobre el grupo de estudiantes, y también el efecto de algunos paradigmas creados por los gurúes que en su momento promulgaron como verdades indiscutibles algunas teorías alrededor de las TIC, que a la postre generaron consecuencias adversas. Sin embargo, y a pesar de todas estas dificultades, queremos presentar en este artículo el resultado de nuestro trabajo después de cometer errores, solucionarlos y trabajar luego con más ahínco para repetir el ciclo y desarrollar el programa  Ude@  de la Facultad de Ingeniería, que aún hoy sigue evolucionando y “haciendo”.