En la actualidad, los procesos generados a partir de la ingeniería que dan como resultado ciencia, tecnología e innovación son fundamentales para la generación de riqueza y del desarrollo económico de las regiones y los países. Es por ello que la ingeniería se convierte en un pilar fundamental que sirve como base para la educación integral de las personas y como herramienta clave para la generación de empleo, aumentando el bienestar y ayudando a la disminución de la pobreza extrema por medio del desarrollo de productos prácticos aplicados a múltiples los aspectos en la sociedad (Organización de los Estados Americanos, 2006)

En la Universidad Pontificia Bolivariana se ha venido trabajando en convertir la educación en investigación y esta última en innovación desde hace un poco más de 40 años. Desde la Facultad de ingeniería química se trabaja una metodología para incentivar la formación investigativa (Velez, et al. 2012) y se orienta desde la Universidad el trabajo multidisciplinar de manera que se generan innovaciones (Arboleda, et al. 2011). Para realizar los procesos mencionados anteriormente, se ha creado un sistema de investigación, transferencia e innovación bajo la premisa “innovar para transformar”, que impacta a 81 grupos de investigación y cerca de 10.000 estudiantes basados en las metodologías de innovación abierta y buscando que los resultados de generación de conocimiento que se dan en la universidad no pase solo por generar una comunicación abierta y fluida con el entorno en el que se circunscribe (Restrepo, 2003) (Rodríguez, 2004).

Las estructuras de conocimiento (semilleros y grupos de investigación, centros e institutos) de Escuela de Ingenierías de la Universidad tienen una mayor producción científica y tecnológica en comparación con otras escuelas. A diciembre de 2011, se contaba con cuatro patentes en trámite, dos ante la Superintendencia de industria de Colombia y las otras dos ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Adicionalmente, desde marzo de 2013, cuenta con dos patentes de invención. Por otro lado, cuenta con 50 docentes en proceso de formación doctoral y factura alrededor del 45% de los ingresos por transferencia de conocimiento de la Universidad.

En este contexto, la Universidad viene implementado un sistema de gestión de la innovación que considera que la generación, fortalecimiento y consolidación de capacidades asociadas a este tema deben ser una prioridad que implica enfrentarse a un modelo que considera la innovación como un evento espontáneo y poco sistémico hacia otro que privilegie la coherencia de procesos, desde la idea hasta sus transferencia teniendo en cuenta situaciones culturales y de contexto para obtener resultados que generen impacto y transformaciones en la sociedad.