Hay una tendencia a nivel mundial, y Colombia no es la excepción, de que nuestros jóvenes no se sienten atraídos por estudiar ciencias básicas e ingeniería. A nivel país, la matrícula en programas de ingeniería ha perdido varios puntos porcentuales en la última década, con un agravante extra, en el primer año de vida universitaria es donde se presentan los mayores índices de deserción, 50% del total, bien sea por una errónea vocación profesional, por no adaptarse completamente a la vida universitaria o en algunos casos desmotivación ya que sienten que sus primeros semestres de formación han estado saturados de teoría y de poco o nulo contacto con aplicaciones directas y tangibles que les permita hacer, observar e interactuar, desde su disciplina, con el entorno.

Se presenta entonces, desde la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Manizales UAM,  la propuesta  CLUB DE ROBÓTICA donde se pretende usar la lúdica para propiciar, mediante la programación y construcción de robots,  el aprendizaje cognitivo en los estudiantes de primer semestre de Ingeniería, generalmente de Ingeniería Biomédica e Ingeniería Electrónica. Al utilizar el juego como estrategia de aprendizaje se estimula el desarrollo de la creatividad, el pensamiento lógico, la integración de diversos aprendizajes, la responsabilidad, el trabajo en equipo, las competencias comunicativas, todo integrado en un entorno que propicia la interacción  y por supuesto la socialización entre los alumnos.

La estrategia en su cuarta versión la conforman 12 sesiones de carácter práctico de 2 horas semanales cada una, están disponibles sus notas de clase que, diseñadas a manera de folleto de cuatro páginas  con alto contenido visual, incluyen no solo los tópicos técnicos del tema a tratar en cada sesión sino también que brindan una aproximación al concepto de Ingeniería y al papel del ingeniero en la sociedad, además de un tour por la historia de la Universidad Autónoma de Manizales, el quehacer de algunos grupos de investigación y otras dependencias con las cuales los estudiantes interactuaran a lo largo de su vida Universitaria además de algunos consejos de interés. El contenido del curso ha sido satisfactoriamente adaptado a un curso de robótica dirigido a niños entre 7 y 12 años de la ciudad de Manizales ofertado en Agosto pasado en la UAM.

CONCLUSIONES

Con el semillero se logra del estudiante, una mejor disposición hacia la investigación y una sólida construcción de su propio conocimiento.

Si los docentes no se apasionan por la ciencia y las matemáticas no podrán transmitir a sus estudiantes lo fascinante de involucrarse en esa experiencia. No basta con ser curioso, se requiere de un guía que incentive, un ambiente que propicie y gusto por lo que se hace, manteniendo viva la capacidad de asombro.