Última modificación: 2015-07-27
Resumen
Este artículo hace un análisis de la educación a nivel del distrito de Bogotá con respecto al uso de tecnología en el aula, utilizando información recolectada a través del Proyecto C4, liderado por la Pontificia Universidad Javeriana y financiado por la Secretaría Distrital de Educación. El análisis se enfoca en los colegios que lideran proyectos relacionados con el uso de tecnología, principalmente electrónica y robótica. Inicialmente se presenta una visión actual y global del estado de estos proyectos, para luego generar un conjunto de recomendaciones, las cuales buscan no solo reforzar el uso de la tecnología a nivel del aula escolar, sino también motivar y formar a los estudiantes para elegir carreras profesionales en ingeniería.
Este diagnóstico se ha generado utilizando información recolectada por talleristas del Proyecto C4 en más de 400 colegios distritales quienes trabajaron directamente en estos proyectos de base tecnológica. En la mayor parte de las instituciones se hace evidente una gran limitación en la infraestructura disponible para llevar a cabo estos proyectos, muchos de los cuales se realizan gracias al liderazgo y aporte de los mismos docentes y alumnos interesados. Estas limitaciones de infraestructura se presentan tanto a nivel hardware (plataformas, equipos, laboratorios, etc.) así como a nivel software (sistemas operativos, aplicaciones, entornos de programación, etc.).
Como es evidente, con la inclusión de nuevas tecnologías se genera la necesidad de capacitar a los docentes que estarán a cargo de estos espacios. Dentro de lo encontrado, se reconoce que los docentes no tienen la formación adecuada en el uso de la tecnología (electrónica, robótica, sistemas, multimedia, etc.), por lo que se requiere una capacitación mínima al respecto. Aunque en algunos casos aislados existen alianzas con instituciones de formación superior para dirigir estas capacitaciones, no es un elemento generalizado ni formalizado dentro de estos programas extracurriculares. Adicionalmente, estos espacios extracurriculares en electrónica y robótica tampoco están formalizados dentro del currículo de los colegios, y aunque existen asignaturas en tecnología, gran parte del trabajo hecho en estos proyectos se hace sin seguir ninguna metodología específica. Normalmente se utiliza un Aprendizaje Basado en Proyectos, pero no se tiene ninguna formalidad al respecto, en parte por la escasa formación docente en estos aspectos.
Las recomendaciones formuladas se enmarcan en una premisa: “educar CON tecnología, y no educar EN tecnología”. Una aproximación “tecnocéntrica” limita la visión del proceso pedagógico, desligando la herramienta del contenido y del proceso pedagógico. Parte de las recomendaciones formulan la necesidad de involucrar la tecnología, no solo en los procesos de formación en electrónica y robótica, sino en otras disciplinas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemática), principalmente a través del uso de nuevas metodologías de enseñanza-aprendizaje como lo es el pensamiento algorítmico y los procesos creativos. Es importante resaltar que al incorporar el pensamiento algorítmico, el objetivo no debe ser el lenguaje de programación sino la metodología al enfrentar un problema, construir una solución y verificar su validez.
Para implementar estas nueva metodologías es evidente que se requiere toda una infraestructura institucional que entregue las herramientas, tanto hardware como software, para los docentes y alumnos. Considerando esto, también se formulan un conjunto de criterios para la adecuada selección de estas herramientas, teniendo en cuenta su fácil incorporación dentro de las prácticas pedagógicas, la flexibilidad de uso, y un dimensionamiento apropiado dependiendo del nivel de formación de los estudiantes. Adicionalmente, se recomienda que las instituciones no solamente doten adecuadamente sus instituciones sino que además permitan que las mismas sean de fácil acceso y administración. En muchos casos, los colegios tienen las herramientas pero por falta de conocimiento se quedan subutilizadas hasta llegar a ser obsoletas. Los recursos necesarios para alcanzar estos objetivos no son necesariamente costosos, ya que existe una amplia oferta de programas y sistemas gratuitos o de bajo costo que posibilitan la incorporación de la tecnología en el aula, siempre y cuando los docentes tengan espacios de capacitación (alfabetización digital) y se reconozca en su carga laboral el tiempo dedicado a la formulación y desarrollo de proyectos e iniciativas apoyadas en tecnología.
Para alcanzar el estado ideal en el que la tecnología es parte integral de prácticas docentes es necesario cumplir una serie de etapas que van de lo instrumental a lo fundamental. En primer lugar ver los recursos tecnológicos como herramientas y entender su capacidad. Al conocer las potencialidades de los recursos será posible articular su uso con otras áreas como las ciencias y matemáticas, para que finalmente los estudiantes comprendan la utilidad de la tecnología como herramienta para la vida diaria logrando su apropiación. Además de fortalecer los procesos de formación en las áreas STEM, estas recomendaciones tienen como objetivo final el motivar a los niños, desde tempranas edades, a seguir alguna carrera profesional afín a la ingeniería.