Después de prepararnos para cumplir los requisitos del modelo de acreditación ABET para tres de nuestros programas de Ingeniería, acreditados ante el Consejo Nacional de Acreditación (CNA), hemos realizado un análisis comparativo entre el modelo de acreditación ABET y el modelo CNA. Los resultados revelan profundas diferencias entre ambos modelos. Una de las principales conclusiones de nuestro análisis es que el modelo ABET es más efectivo para evaluar la calidad de los programas de pregrado en Ingeniería. Entre los aspectos que afectan en mayor grado la eficiencia del modelo CNA para evaluar la calidad de los programas de Ingeniería se encuentran los siguientes: 1) El modelo CNA define criterios que se enfocan en la evaluación de factores que son independientes entre sí, es decir, que no están articulados entre ellos a través de los objetivos educativos del programa; 2) el modelo CNA no define resultados esperados en los estudiantes ni criterios de programa cuyo logro deba medirse, evaluarse y mejorarse continuamente; 3) a pesar de que el modelo CNA promueve que los programas evalúen los factores de acuerdo con sus propios modelos de evaluación y mejoramiento, las universidades Colombianas, y de Latinoamérica en general, carecemos de experiencia en definir procesos de evaluación y mejoramiento continuo de nuestros programas que sean sistemáticos, efectivos y sostenibles; 4) a pesar de que ambos modelos fueron definidos con el objetivo de contribuir a la calidad de los programas de educación superior, el modelo del CNA no prescribe resultados esperados en los estudiantes, cuyo cumplimiento deba demostrarse,  ni verifica la existencia de un proceso efectivo, sostenible y sistemático de evaluación y mejoramiento continuo de los programas.

Este artículo tiene dos contribuciones principales. En primer lugar, discute retos que pueden presentarse a los programas de ingeniería colombianos acreditados bajo el modelo CNA, en el proceso de acreditación internacional ABET. Cada reto es presentado desde la experiencia de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Icesi en la definición e implementación de un proceso de evaluación y mejoramiento continuo que cumple con los requerimientos del modelo de acreditación ABET.  En segundo lugar, demuestra como las buenas prácticas de diseño curricular propuestas por  CDIO (Conceive-Design-Implement-Operate), fueron esenciales para superar los retos generados por las deficiencias de nuestro modelo de acreditación nacional, y para establecer una cultura de evaluación en la Facultad de Ingeniería, que ahora empieza a permear en la institución en general.