Según el Global Entrepreneurship Monitor – GEM (ESPAE, 2014) el  Ecuador obtuvo un índice de Actividad Emprendedora Temprana (TEA) de 32,6%   porcentaje que registra una leve reducción frente al  36% del 2013. En este mismo informe, en América Latina, Ecuador muestra nuevamente la TEA más alta, seguido por Perú (28,8%) Bolivia (27,4%) y Chile (26,8%), caracterizada entre las economías más altas basadas en eficiencia (Líderes, 2015).

Entre los datos (ESPAE, 2014), los que se refieren a nivel de educación al igual que en el 2013, un 39,4% solo completó la primaria y un 25,2% terminó sus estudios secundario. Los emprendedores que han terminado su educación terciaria (13,9%) se mantienen en los dos últimos años.

De acuerdo al sector, los negocios ecuatorianos se agrupan en el siguiente orden: negocios orientados a consumidores; transformación; servicios orientados a negocios y extractivos. Los giros de negocio se concentran en: actividades de servicio de comidas y bebidas, venta al por menor de alimentos, bebidas y tabaco en comercios especializados y venta al por menor de otros productos en comercio especializado.

La política de desarrollo establece el cambio de la matriz productiva, que implica el “paso de un patrón de especialización primario exportador y extractivista a uno que privilegie la producción diversificada, ecoeficiente y con mayor valor agregado, así como los servicios basados en la economía del conocimiento y la biodiversidad” (SEMPLADES, 2014)

Las preguntas orientadoras son: ¿qué se entiende por emprendimiento en las IES?; ¿cuál es el rol de la universidad en la formación de emprendedores?; ¿cómo es el ecosistema emprendedor, tanto en la universidad como en el país?.

El segundo bloque de preguntas, se relacionan a la formación misma de emprendedores: ¿existen metodologías de formación?; ¿cómo se aplican en el aula?; ¿qué conductas emprendedoras poseen los estudiantes?; ¿qué características tienen los docentes que forman emprendedores?; ¿hasta dónde llega el proceso de formación?.

El análisis de las respuestas generadas en estos años de experiencia como docente de la asignatura de Desarrollo de Emprendedores como competencia genérica en la formación de ingenieros, permite compartir experiencias metodológicas así como materiales de apoyo utilizados de forma permanente, aunque con muchas limitaciones posteriores porque no existe el seguimiento ni el apoyo necesario para que las ideas que se gestan en las aulas se conviertan en verdaderos emprendimientos.

Sin embargo los resultados que se obtienen al finalizar la asignatura inciden en el cambio de actitud y desarrollo del potencial emprendedor considerando que el desarrollo de estas conductas hacen “un estilo de vida” para enfrentar el mundo del trabajo de forma más integral, siendo este el objetivo general de la asignatura.