Última modificación: 2019-08-31
Resumen
La experiencia de enseñanza de conceptos teóricos a través de actividades realizadas en los laboratorios en ingeniería bajo el esquema de “práctica de laboratorio” involucra la interacción de aspectos como cantidad y calidad de los equipos que se disponen, la variedad en niveles de enseñanza, intensidad horaria destinada para la práctica, relación número de estudiantes en espacio físico, funciones y roles de los sujetos en la práctica, entre otros aspectos. Justamente, la práctica pedagógica en laboratorio desde el enfoque praxeológico exige la articulación del saber y el hacer en la dimensión teórico-práctica que puede ser desconocida por el estudiante quien se enfrenta, usualmente en trabajo en grupo, a la realidad de realizar dos o más prácticas simultáneas con tiempo limitado para la realización de la misma y la presión de la “nota”, entre otros factores, situaciones que dificultan que el estudiante comprenda y siga las condiciones técnicas que se requieren para conducir un experimento cumpliendo una norma o estándar técnico para la apropiación del cual requieren explicaciones que, a pesar del contacto “cara a cara” con el docente y el laboratorista, pueden no llegar a ser suficientes.
Esta situación se evidenció en los laboratorios de Mecánica de Suelos y Materiales de Ingeniería, en donde los estudiantes deben seguir los estándares técnicos de la American Standard Testing Methods ASTM en las prácticas correspondientes y en donde se detectaron dificultades para la comprensión del procedimiento técnico de algunas de estas normas lo que estaba ocasionando que los estudiantes se aproximaran a la actividad de laboratorio sin haber ni siquiera consultado la norma correspondiente y esperando ser agente pasivo en esta importante experiencia de aprendizaje.
Surgió entonces la iniciativa de usar infografía didáctica para la construcción del conocimiento alrededor del procedimiento de cada una de las prácticas de laboratorio. La infografía es un recurso educativo que facilita la comprensión de información compleja o poco familiar estimulando el interés de quien la emplea para aproximarse a lo desconocido. Con la infografía no se busca reemplazar las normas técnicas ni los manuales o los artículos científicos y académicos construidos en los distintos saberes sino en su lugar, que opere como un complemento con el cual se posibilite el aprendizaje de significados técnicos y procedimentales, llegando a convertirse en una expresión gráfica de la oralidad.
Inicialmente, los estudiantes de estos cursos realizaron sus infografías a mano, entre tanto se familiarizaban con la experiencia de aprendizaje. Posteriormente, empezaron a usar diferentes programas o plataformas alojados en Internet para la elaboración de infogramas. Se realizó un seguimiento a la implementación de esta práctica en el aula que involucró 21 prácticas de laboratorio. Un total de 357 infografías fueron revisadas y evaluadas pudiendo evidenciarse cambios favorables en la calidad y en el contenido de los mismas. Además, se hizo una recopilación de las percepciones de esta herramienta pedagógica en el aprendizaje de las distintas prácticas y se encontró, entre otros aspectos, que un 90.2% de los estudiantes consideran que la infografía didáctica es útil para el aprendizaje.