Última modificación: 2013-09-02
Resumen
El proceso de aprendizaje de un ingeniero en la Universidad, le brinda herramientas teóricas y prácticas, las cuales serán los fundamentos de su vida profesional y laboral. Pero, ¿de qué sirve el conocimiento sin ideas?, esta fórmula no promueve la innovación.
La educación interdisciplinar en las universidades suscita la creatividad en los ingenieros. Un ingeniero que mezcla la ingeniería con el deporte, arte, medicina, o cualquier área, será capaz de reconocer una necesidad y resolverla.
Steve Jobs dijo una vez: “muchas veces la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas”. Un ingeniero que logra ver una necesidad, se plantea muchas ideas para lograr satisfacerla, y la solución la encuentra en sus bases de ingeniería. Así que primero se debe ver una necesidad y luego se aplica la ingeniería.
En mi caso particular mis hobbies son la música y el tenis. El tenis me ha sido inculcado desde pequeña por mi familia, es como una tradición familiar. Actualmente me encuentro desarrollando un prototipo de una idea innovadora, basado en una necesidad que identifiqué en mi niñez, y que logro desarrollar ahora como ingeniera.
El deporte es esencial para el ser humano, no solamente por diversión sino también por salud. Con el tiempo se han creado implementos deportivos que son indispensables para jugar un deporte específico.
En algunos deportes tales como el tenis, la pelota no dura mucho tiempo en juego, ya que esta puede caer en cualquier parte del campo. Esta situación hace que quien esté jugando tenga que recoger la pelota para así poder continuar el juego, haciendo detener la partida y causando cansancio extra en el jugador.
Como solución a este problema se propuso una persona que a cambio de una remuneración económica recoge estas pelotas, conocido como caddie. Actualmente un caddie de tenis cobra en promedio $6.000 la hora por este servicio. Para una persona que practique frecuentemente este deporte, la renta de un caddie puede ser muy costosa.
El servicio de caddie en países del primer mundo, es costoso y solamente se ofrece para la clase alta en clubes privados. En Colombia una persona que juegue una hora diariamente y pague servicio de caddy, llegará a gastar más de dos millones de pesos al año.
En casas privadas con cancha de tenis propia, es muy difícil conseguir una persona que se encargue de recolectar las pelotas, ya que no es rentable para un caddie esperar a que un solo cliente requiera de sus servicios.
Se propone un robot caddy el cual recolecte las pelotas en el campo, este robot será capaz de recolectar las pelotas en el campo, el recorrido que realizará será en el cual recorra la menor distancia. El sistema es capaz de identificar el robot y las pelotas, generar una trayectoria eficiente y realizar el recorrido.
He estado trabajando en este proyecto durante un año y planeo llevarlo al mercado en un futuro, un producto que pueda inspirar otras ideas innovadoras y comercializables, desarrollado principalmente por ingenieros colombianos.