El enfoque interdisciplinar de la formación profesional nace, según Morín (1998), como respuesta a los procesos de aislamiento y delimitación técnica y teórica de cada disciplina, donde la hiperespecialización de los estudios o investigaciones olvidaba las relaciones y solidaridades no solo de un objeto de estudio a otro, sino de las demás disciplinas; hecho que excluía de la formación de los estudiantes, la mirada o aporte extra disciplinar. En este sentido, la interdisciplinariedad marca la ruptura de las fronteras profesionales, pues “cuando no se encuentra la solución en una disciplina, la solución viene desde fuera de la disciplina” (MORÍN, 1998); y se convierte en la herramienta que permite la articulación de los sistemas cognitivos propios de cada área del conocimiento, o la creación de sistemas comunes que permiten la circulación de conceptos; el análisis de un mismo objeto de estudio, la construcción de hipótesis explicativas en conjunto y una perspectiva global de los procesos de investigación. De lo anterior, las disciplinas actuales deben justificarse intelectualmente “a condición de que ellas guarden un campo de visión que reconozca y conciba la existencia de las relaciones y solidaridades” (MORÍN, 1998) de las demás áreas del conocimiento; de esto parte el modelo de semilleros de investigación propuesto en el Programa de Ingeniería Civil de la Universidad Piloto de Colombia.

Modelo de Semilleros de Investigación donde el enfoque trans e interdisciplinario busca promover la innovación en la ciencia y tecnología, cuyos resultados contribuyan a la solución de problemas regionales y nacionales en pro del bienestar y mejora de la calidad de vida de las comunidades, por medio de una formación integral de personas caracterizadas por su sólida formación técnica (PEPIC; 2009). Sin embargo, el modelo de semilleros de investigación se enfoca no solo al ámbito técnico o teórico, sino también a un aspecto humanístico o social que complementa el “conocimiento orgánico” de los estudiantes, pues el intercambio o cooperación teórica y práctica de la interdisciplinariedad, se consigue solo cuando “se comprenden las condiciones culturales y sociales” donde cada disciplina, nace, plantea problemas y se transforma (MORÍN, 1998). Por lo tanto, lo semilleros de investigación del Programa se convierten en un espacio donde la interacción e integración de la comunidad universitaria con los diversos sectores de la sociedad, son el factor principal que determina la construcción de proyectos de investigación pertinentes, replicables y sostenibles.

En este marco, docentes del Programa de Ingeniería Civil y del Área Común de Humanidades, presenta el Semillero de Investigación Memoria y Cultura, y el Grupo de Estudio Ciudad y Territorio, como casos exitosos de este modelo de investigación, donde los estudiantes del Programa de Ingeniería Civil desarrollan formación en investigación y proyectos en el área de Urbanismo y Ordenamiento Territorial, con una articulación con la historia y un alto grado de interacción a la comunidad; cuyo desarrollo se da junto a estudiantes de los demás programas de la Universidad como Arquitectura, Ingeniería Financiera, de Mercados o Administración y Gestión Ambiental.