Última modificación: 2014-08-21
Resumen
Este trabajo presenta la recopilación de los resultados de una investigación desarrollada en la Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad Tecnológica de Pereira, que buscó identificar y consolidar una metodología para implementar un proceso de evaluación por competencias. Dicho trabajo utilizó un enfoque investigativo conocido como Investigación-Acción y se apoyó en los postulados constructivistas implementados por GEIO (Grupo en la Enseñanza de la Investigación de Operaciones) para crear a través de laboratorios lúdicos, escenarios de evaluación para identificar las competencias desarrolladas por los estudiantes de Ingeniería Industrial a lo largo de su carrera.
Se tuvo como punto de inicio las competencias identificadas para el área de Administración y Producción, resultados del proyecto de modernización curricular que actualmente desarrolla la Facultad. Estas competencias fueron desplegadas en conductas observables para ser evidenciadas, con ayuda de rubricas de evaluación, en una serie de juegos que en conjunto conforman el laboratorio lúdico.
La evaluación de estas competencias a través de la lúdica, fue orientada por un proceso de Assessment Center adaptado al ambiente educativo, a partir del cual, de manera cíclica se probó, depuró y construyó la propuesta idónea para llevar a cabo este proceso de evaluación por competencias.
Los resultados obtenidos permitieron evidenciar que la lúdica como escenario de evaluación facilita el aprendizaje en los estudiantes, apoyando el proceso de enseñanza. Adicional a esto se identificó cómo los micromundos promueven el trabajo en equipo y un ambiente ameno para el desarrollo de clases, estimulando la creatividad y libertad de expresión.
Sin embargo para que la metodología de evaluación por competencias en la formación de ingenieros industriales, realmente genere los alcances previstos, requiere que esta se encuentre enmarcada en un ambiente que estimule y permita la participación de todos los estudiantes, por tanto se deben garantizar espacios amplios y tiempos acordes al desarrollo de las actividades.
Los grupos en los cuales se aplique la técnica deben tener un número máximo de quince participantes, para facilitar la observación y evaluación de su desempeño por parte de los pares externos, mínimo dos por evaluado. Adicional a esto, el estudiante debe ser introducido de manera paulatina al nuevo método de evaluación explicando y resaltando los aportes de este a su futura actuación como profesional.
Desde esta perspectiva, así como la formación por competencias debe estar acompañada de una evaluación por competencias, dicha valoración es ineficiente si el estudiante no ha sido expuesto con antelación a una formación que rete su pensamiento y exija su actuar. Cabe aclarar que no se trata de desvirtuar los alcances de los test tradicionales, sólo resaltar la necesidad de evolucionar a unos enfoques que respondan en mayor medida a las necesidades y exigencias actuales de formación. Es por ello que se plantea la alternativa de escenarios lúdicos para la evaluación, donde los estudiantes puedan evidenciar los errores y aciertos de su actuar, a partir de la aplicación de su conocimiento resultado de un pensamiento analítico y reflexivo.