Última modificación: 2014-08-21
Resumen
Desde hace varios años se ha generado una reflexión en las facultades de ingeniería, sobre estrategias y acciones que permitan formar mejores profesionales, que puedan dar respuesta a las demandas de la región y del país.
Dentro de estas reflexiones, la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Manizales identificó la importancia de participar de manera activa en los procesos de formación en la educación media, buscando:
- Facilitar el tránsito entre la educación media y la superior, para crear las condiciones que favorezcan la permanencia, y con ello permitir alcanzar los estándares de formación.
- Mejorar, mediante la interacción, la calidad educativa de ambos niveles.
Con esta idea se formuló un proyecto para que estudiantes de los colegios pudieran cursar simultáneamente con los grados 10 y 11 un programa de Técnico de formación para el trabajo, que no solo los preparara para el mundo laboral, sino que también les permitiera realizar equivalencias con programas a nivel Tecnológico y Profesional para continuar con su ciclo de educación superior.
El diseño de estos los programas se hizo teniendo en cuenta las necesidades del entorno – tanto del mercado como de las instituciones educativas –, las normas de competencia laboral y las fortalezas institucionales. Se tuvieron en cuenta aspectos novedosos como el trabajo con los docentes de los colegios, especialmente en el área de Física y Matemáticas, y el planteamiento de estrategias educativas de aproximación a la vida universitaria para los estudiantes interesados en adelantar el programa. También se trabajaron aspectos de motivación con las familias de los estudiantes, para aumentar el compromiso y la participación.
Este proyecto tuvo acogida en la Secretaría de Educación de Manizales y en varios colegios de la ciudad con los cuales se adelantó un piloto (ya terminado), que evidenció las fortalezas de la propuesta, gracias a los excelentes resultados obtenidos por los estudiantes. En este piloto se pudo observar que el trabajo realizado con un pequeño grupo de estudiantes se extendía a sus compañeros en el colegio, no solo por los talleres realizados con los docentes, sino también por el aporte que hacían los mismos estudiantes en las clases, permitiéndoles hacer labores de monitores o tutores. Otros de los beneficios encontrados fueron el establecimiento de lazos más estrechos con los colegios, y la orientación profesional que se pudo hacer con los estudiantes.
Después del desarrollo del piloto se puede concluir que las facultades de ingeniería pueden realizar una importante labor en los colegios, contribuyendo no solo a mejorar la calidad de la educación media, sino también a mejorar la formación misma de los ingenieros.
Sandra Victoria Hurtado Gil: shurtado@autonoma.edu.coAlba Patricia Arias Orozco: albapatricia@autonoma.edu.co