El desarrollo curricular en instituciones de educación superior se asocia, frecuentemente, a cambios en los contenidos curriculares identificados mediante el análisis de las tendencias de la profesión y las necesidades del entorno. En este trabajo se argumenta que una fuente de información poco aprovechada es la opinión de docentes y estudiantes, quienes, con su trabajo diario, pueden detectar oportunidades de mejora curriculares. No obstante, también se señala que para obtener esta información de manera rutinaria es necesario que los instrumentos de evaluación superen el enfoque basado en la evaluación docente. Se presenta la experiencia de la Universidad EIA, en la cual se utiliza un instrumento que evalúa la enseñanza como un proceso en el que participan docentes, estudiantes y equipos de apoyo. En este artículo se analizan las respuestas de las preguntas relacionadas con la planeación del proceso de enseñanza, las cuales indagan sobre la pertinencia de los contenidos curriculares, la carga de trabajo invertida frente a los créditos académicos diseñados y la articulación de las asignaturas dentro de la malla curricular. Se discuten los resultados de 2 programas académicos de pregrado utilizando gráficas innovadoras, las cuales permiten observar las oportunidades de mejora en cada programa.