Última modificación: 2019-08-31
Resumen
Las empresas de telefonía celular están experimentando cambios tecnológicos en sus redes a nivel de arquitecturas y servicios. Así, los operadores móviles se encuentran inmersos en una migración hacia sistemas de cuarta generación (4G); bajo el estándar de la tecnología de evolución a largo plazo LTE advance/Pro (Long Term Evolution) como antesala a la llegada de los sistemas de quinta generación (5G). Este contexto requiere que los ingenieros encargados de los procesos de migración o actualización de las redes estén preparados para estos nuevos retos. Sin embargo, uno de los problemas al cual se enfrentan las empresas es que los ingenieros recién egresados a lo sumo poseen los conceptos teóricos sobre estas nuevas tecnologías, que en el mejor de los casos, permiten realizar inferencias sobre las configuraciones (ancho de banda, sectorización, modulación, codificación y protocolos). Sin embargo, la puesta en funcionamiento de una u otra configuración en un contexto real como el de una empresa, genera riesgos, ya que cualquier decisión impacta sobre los usuarios y en las finanzas de la empresa.
En ese orden de ideas, una de las dificultades de las facultades de ingeniería, es la ausencia de laboratorios especializados para cada nueva tecnología que surja, como consecuencia directa de los rápidos avances en el área de las TIC, los cuales permitan la apropiación o experimentación estas nuevas tecnologías. Así, en el ámbito de las telecomunicaciones, es necesaria la formación de habilidades prácticas tales como: el estudio del comportamiento del canal radio, tan importante en los sistemas móviles, puesto que a nivel ingenieril es donde mayor innovación se presenta entre cada generación de sistemas celulares; el despliegue de servicios, fundamental para la fidelización de los usuarios finales; la investigación, crucial para los proveedores de esta tecnología, y los estudios de cobertura, necesaria para las empresas prestadoras del servicio. Para suplir falencias como estas, la universidad y la empresa han venido desarrollando diferentes simuladores software, con el propósito de brindar a los ingenieros en formación y en ejercicio de su profesión aplicar la teoría y analizar los resultados en diferentes contextos.
En el caso específico del curso de sistemas de comunicaciones avanzadas del programa de Ingeniería Electrónica de la Universidad del Quindío, surge el dilema sobre la forma adecuada de desarrollar habilidades prácticas en temáticas que han surgido en los últimos años, como es el caso de LTE. Este artículo plantea como aporte una estrategia para la apropiación de los conocimientos prácticos como aprendizaje activo. La estrategia planteada está centrada en el desarrollo de diferentes estudios de caso sobre simuladores académicos y comerciales, los cuales buscan reforzar temáticas relevantes a nivel de las empresas de telecomunicaciones como son: el estudio de servicios, las características del canal radio, la investigación y/o la planificación de redes LTE. La estrategia propuesta se enmarca dentro de la iniciativa CDIO, de manera específica en el estándar 8 referente al aprendizaje activo. Esta iniciativa pretende que el ingeniero recién egresado sea capaz de concebir, diseñar, implementar y operar sistemas de ingeniería.