Última modificación: 2014-08-21
Resumen
NUEVOS DESAFÍOS PARA EL PROCESO DE FORMACIÓN DEL INGENIERO
En una época donde los jóvenes universitarios se ven atraídos fácilmente por nuevas tecnologías que bombardean los sentidos, donde la diversión parece cobrar mayor importancia, se hace más difícil impartir una clase presencial, y más cuando el tema de esa clase requiere cuidado y por no ser de muy fácil aprensión representa apatía en los estudiantes.
El programa de Ingeniería industrial de la Uniagustiniana, no siendo ajeno a esta problemática, inicia un proceso de investigación con el fin de propender por la mejora en el proceso de formación de los jóvenes e identificar que actividades pueden generarse de tal manera que la atención y la curiosidad de los estudiantes aumente considerablemente, identificando que cuando la clase no solo se enfocaba en transmitir conocimientos, sino que también ocupa gran parte de ella en aplicar esos conocimientos, esto permitió reflexionar acerca del uso de metodologías activas en la enseñanza de las ingenierías, dándole campo a la pregunta ¿Qué técnicas innovadoras de enseñanza podrían ayudar a los docentes a capturar la atención y curiosidad de los estudiantes?
Con el fin de determinar la importancia de las metodologías activas en la enseñanza de las ingenierías y movidos por el interés de mejorar las propias prácticas como docentes, se inició un proceso de reflexión sobre el quehacer educativo en la enseñanza de las ingenierías, esta reflexión buscó comprender cómo por medio de otras herramientas pedagógicas como la lúdica y la didáctica, se puede aplicar conocimiento que antes solo se veían como teoría, esto permitiría no solo facilitar la aprensión de conocimientos específicos, sino que también apoyaría a la formación de profesionales responsables y críticos de su realidad, donde el docente impulse la formación más que como sujetos receptores de información, como agentes activos y participativos de su propio proceso de formación.
La universidad debe ver a los jóvenes como seres en formación, en crecimiento tanto intelectual como social, los cuales requieren un desarrollo humano acorde con sus necesidades y expectativas, encontrándose inmersos en una sociedad de cambio y globalizada, reconociendo los asuntos de transmisión y creación de conocimiento, buscando generar espacios que cubran tanto los lugares físicos como los lapsos de tiempo, facilitándole a los jóvenes escenarios no solo académicos sino también de tipo cultural, recreativo, investigativo entre otros, con el fin de facilitar el proceso formativo que de igual forma contribuirán a su crecimiento.